
Buenas amigos aquí os dejo de nuevo con una de las hazañas de nuestro colega CHICO!!…….espero que lo disfrutéis igual que lo he echo yo.
El buen tiempo continuaba y las ganas de volver a mojar los plomos eran evidentes, mas aún sabiendo que las doradas estaban ya revoloteando a sus anchas por las orillas en plena temporada para ellas. En esta ocasión la jornada se planeó una horas antes, casi de improvisto y sin poder contar con la compañía de Raul, siendo pues, una llamada a un gran amigo, “Marcos“ el cual mucho de ustedes seguro que conocéis, de raza jerezana aunque esté viviendo en el puerto de Santa María, el que me confirmaba como mas de una vez ha hecho que el agua estaba clara y buena para buscar alguna dorada, así que sin pensarlo y con el cebo ya listo de días atrás por si surgía alguna salida, monté los tiestos en el coche y puesta en marcha hacia el pesquero.
TANTEANDO EL TERRENO…
Ya en la playa me encontré a varios pescadores por la zona donde tenia pensado ponerme, pero como es de costumbre, siempre intento plantar mi puesto de pesca en algún tramo donde haya poca presencia de estos, así evito molestar y a la vez buscar la tranquilidad en la playa alejado de el bombardeo de plomazos que hay en el agua cuando hay mucha gente pescando en una zona.
Una vez escogido el sitio y montando con tranquilidad ya estaba recibiendo las típicas llamadas de los colegas de pesca cuando se enteran de que vas a pescar, para preguntar… “ como esta el agua?¿?, ya estas pescando?¿? Has cogido algo?¿?”
jajá jajá etc… tranquilos compis! Que aún no he empezado!!.
No habían pasado ni 20 minutos cuando la primera caña que había lanzado con gusana se queda totalmente recta, sin dudarlo ni un segundo me fui flechado hacia ella, esperando que fuera una dorada lo que había provocado que el hilo se quedara totalmente flojo y así fue, no había dudas!! cuando cogí la caña y tanteé, los cabezazos delataban desde el principio que se trataba de la primera del día… la cosa empezaba bien.
Lo mejor de la marea estaba aún por llegar y ya se había marcado la primera, todo iba bien, aguas claras, ausencia total de ruamen, viento casi en calma, y con una dorada ya en la nevera con la que me acababa de quitar el mochuelo.
Los primeros WhatsApp del día a mis amigos empezaban a salir del movil jajajá, dando norte de lo que estaba sucediendo y poniendo los dientes largos a mas de uno que no había podido venir jeje jeje, siempre sanamente hablando claro está!
DOBLETE…
La cosa empezó bien nada mas llegar, pero lo mejor aún estaba por venir, aunque se había estancado la actividad durante dos horas después de la primera picada, parece ser que se volvía a animar la jornada siendo esta vez un doblez por derecho en la misma caña que en la anterior captura la que me hacia saltar de la silla y sentir nuevamente al otro lado una nueva dorada.
Sin prisas pero sin pausas iba recuperando metros cuando de repente la caña de al lado empezaba a destensarse… haciéndome pensar que esta vendría liada por lo que me complicara la cosa a la hora de sacar el pez, mas aún sin tener a nadie que me echara una mano.
Faltando pocos metros para llegar a la orilla me sorprendió el ver que esta no venia liada con ninguna caña, así que volví a mirar al lado y…. seguía totalmente recta!!! lo que delataba que tenía otro pez clavado.
Sin forzar en los últimos metros a la dorada que ya estaba viendo en la orilla para asegurar que no se despescara y con un pellizco en el estómago sabiendo que la otra caña tenia pescado, terminé varando la segunda del día en la orilla y automáticamente y sin demora ninguna, salí corriendo hacia la otra, la cual después de recoger todo el hilo en banda que había dejado empecé a notar el peso y los cabezazos de la que sería la tercera dorada de la mañana.
Dos doradas que habían picado a la vez y que por suerte pude sacar sin apuros.
LA GUINDA DEL PASTEL…
Sin tiempo a sacar fotos me dispuse de nuevo a cebar mis cañas y a lanzarlas para aprovechar la actividad que había en esos momentos y esperar la llegada de otra nueva sorpresa.
Pasaba media hora desde entonces y me llegó la llamada de Humberto, que después de estar contándole como se estaba dando la jornada, tuve que colgarle porque una nueva caña se volvía a destensar… si señor, y llegó la cuarta, como las sevillanas jejejejeje y de mejor porte que las anteriores.
Unas fotos para inmortalizar el momento y la pesquera daba por concluida tras una hora mas sin ningún resultado.
Nuevamente las salidas improvisadas vuelven a dar sus frutos, no es la primera ni la ultima jornada de pesca que casi sin pensarlo sale bien, quizás estas son mas acertadas que las que lleva uno planeando durante unos días antes y seguro que a mas de alguno de ustedes le habrá sucedido.
Así que os animo desde aquí a que cada vez que tengáis una buena excusa para escaparos lo hagáis sin mirar atrás, las aventuras suelen dar resultados!!
Un saludo y buena pesca!
CHICO.
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