
Corría el verano de 2013, estábamos sentados en el escalón del portal tomando el fresquete en el gaditano pueblo de Rota y el viento leve de levante nos hacía pensar que al día siguiente no podríamos salir de pesca en la “mataora”, como Dani tenía bautizada la pequeña zodiac en la que echábamos nuestros ratitos de pesca.
Al poco tiempo asomó a la puerta de al lado Jesús, un vecino jerezano que es también bastante aficionado a darle de comer a los peces como todos nosotros, pero él estaba un poco cansado de bajar siempre al mismo pesquero a echar el rato, por lo que le propusimos que se viniese con nosotros al día siguiente.
Sin más nos levantamos tardecito puesto que la pleamar era sobre las 15:30 y nos dispusimos a salir para el pesquero, así pescaríamos unas 6 horas. Cuando llegamos vimos que el agua no estaba mal del todo y que si la cosa no iba demasiado mal alguna doradilla conseguiríamos engañar.
Pasaron unas horillas y los peces no daban señales de vida, llegó la pleamar y tampoco se dejó ver ningún pez en esta hora tan caliente, por lo que las esperanzas se empezaban a enturbiar. Pero al hacer el repunte de bajada una de las Híbridas se quedó totalmente tiesa y Dani como bala que lleva el diablo se dispuso a tantearla y asintiendo con la cabeza delataba que la primera captura había llegado.
Jesús se acercaba y preguntaba a Dani que con que cebo había picado, a lo que él le contestó que a americana mientras poco a poco le ganaba metros al pez trabajándolo lentamente. Poco después salió una preciosa dorada que mantenía nuestras esperanzas altas.
Todavía no habíamos guardado la dorada en la nevera cuando otra de las cañas se doblaba y cedía algo de hilo, pero no mucho….a lo que un servidor respondió como un resorte y aseguré la caña con la mano para empezar a recuperarle hilo.
Tras un ratillo de entretenimiento y una buena peleílla en la orilla el pez se rendía y se daba por vencido, por lo que otra batalla ganada y otra dorada para cuenta del día…….
Al poco tiempo hablando con Dani y Jesús sobre que los peces estaban entrando en bajada, otra de las cañas se quedó recta, así que cámara y acción. Dani disfrutaba de nuevo de una bonita captura y una mejor lucha, lo que hacía que se olvidara de su barquita por momentos.
En poco tiempo pescadores 3-doradas 0 y ya por mucho que quisiéramos no quitábamos ojo a las cañas, cosa acertada por que otra no tardó en quedarse totalmente recta.
Esta vez claro está que me tocaba a mi disfrutar de la pelea aunque no tanto como estaba disfrutando Jesús grabando los vídeos que aquí compartimos con ustedes, que aunque no fueran de doradas gigantes, el fantasma de no haber entrado nada durante la subida ya estaba olvidado.
Estábamos hablando del tema “bajada” cuando una de las cañas se dobló hacia delante cediendo hilo y otra se quedaba recta simultáneamente, a lo que respondimos cogiendo una caña cada uno y por lo que parecía trabajando una captura cada uno.
No cabía mejor final dentro de lo que cabía, los tres entretenidos, dos sacando peces y el otro disfrutando del marco y grabando las capturas simultáneas.
Así pues el día no estuvo nada mal ya que habíamos disfrutado de la pesca, nuestro colega Jesús había roto su monótona rutina y encima habíamos disfrutado los tres de una jornada muy bonita y unas fotos para el recuerdo.
Sin más dedicarle esta jornada a nuestro colega Jesús y animarlo a que este año se venga más de una vez con nosotros…..un saludo y buena pesca.
5 han comentado
Deja un comentario