
Bien sabido es por cualquier aficionado a la pesca en agua dulce, la parafernalia que rodea a la pesca del Black Bass, si salimos a pescarlo desde orilla, la elección de los señuelos, cañas y líneas además de controlar el acceso a los pesqueros a pie serán nuestras mayores preocupaciones, si tenemos la suerte de disponer de una barca, el “trajín” será todavía mayor, grandes equipos, largos desplazamientos en muchas ocasiones, combustible, alojamientos, meteorología de la que dependerá el acceso a muchos de los embalses, etc, etc………
Pues que me diríais amigos si os invito a un lugar donde los privilegiados aficionados al Black Bass, disponen de un gran pesquero, que pueden pescar con buenos resultados a lo largo de todo el año a escasos minutos de su casa y además encajonado entre las dos bonitas orillas de la mágica Triana y la ajetreada Sevilla, un enclave urbano, sumido en la incertidumbre, ya que no sabemos si es verdad que estamos echando un día de pesca , vamos de compras o estamos disfrutando con la Torre del Oro y la Giralda al fondo, un día turístico en la encantadora capital de Andalucía.
Pues así es, con vuestro permiso vamos a dar un pequeño viaje virtual por la Dársena del río Guadalquivir, un brazo muerto de este, que esconde bajo sus aguas un ecosistema cada vez más propicio para el perfecto desarrollo de la especie que más inquieta a los pescadores, la más impredecible, adaptable y deportiva de todas las presentes en nuestras aguas continentales, que bajo mi humilde opinión no es otra que el Black Bass y en esta ocasión serán “Basses sevillanos”los protagonistas de este
reportaje.
“MEJOR BIEN ACOMPAÑADO QUE SOLO”
En este viaje que vamos a realizar vamos a tener la compañía de uno de los mejores pescadores en competición de los que disponemos ahora mismo en el circuito español,
Juan Antonio Vigara, aunque de Almadén provincia de Ciudad Real, está afincado en Sevilla hace años, y como no podía ser de otra forma la culpa la tiene las mujeres sevillanas y no hace falta que de más datos ¿verdad?.
Pues de este modo tendremos el privilegio de disfrutar de un buen análisis de las zonas de pesca que vamos a tocar en este reportaje, gracias a la experiencia de este conocido pescador que con instinto y un dilatado conocimiento de la especie nos guiará por ambas orillas en busca del “típico bocazas sevillano”.
LA DÁRSENA.
Como ya se encargaron nuestros maestros de impartirnos en el colegio, el Río Guadalquivir nace en la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) y muere en las aguas de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). La Dársena fue construida en 1946 y es el antiguo cauce del rió Guadalquivir que atraviesa la ciudad de Sevilla y que, actualmente, por desviación del rió, ha quedado como un brazo ciego del mismo en el que está enclavado el puerto de Sevilla y que comunica con el actual cauce mediante una esclusa que permite la entrada y salida de los barcos de mercancías, o sea un brazo paralelo al actual cauce del Guadalquivir que comienza en las compuertas del conocido aquí como “Lago de los Jipis” y muere junto a la enorme estatua del ”Huevo de colón” cruzando así la ciudad de Sevilla y partiéndola en dos, por un lado la que se conoce como orilla de Sevilla y por otro la famosa orilla de Triana .
Pues es este enclave como os citaba con anterioridad un lugar privilegiado para la pesca de este centrárquido ya que en el se dan unas condiciones ideales para el perfecto desarrollo de esta especie, aguas semi-estancadas, cauce constante, buenas temperaturas durante todo el año, vegetación en los márgenes y buena disponibilidad de alimento, que más se le puede pedir si además tenemos en cuenta que los sevillanos lo tenemos “ar laito” como se dice por aquí, y por muy en la periferia que vivas de esta ciudad en escasos minutos puedes disfrutar de un rato de pesca.
EL LAGO DE LOS JIPIS Y SU INFLUENCIA RESPECTO A LAS MAREAS.
Al sur de Sevilla capital, algún kilometro más abajo del conocidísimo “Puente del V Centenario”, también conocido como “Paquito”se encuentran las compuertas que dejan pasar las aguas del Guadalquivir a la dársena que baña las orillas de Sevilla, esta área se conoce como “El lago de los Jipis” y es la que hace que este brazo tenga influencia intermareal con subidas y bajadas del nivel del agua.
Aquí hay un buena población de basses que además se habrá recuperado bastante ya que durante algún que otro año se prohibió la pesca en este lugar bajando bastante la presión a la que se somete a este pez en esta zona.
“TABACALERA”
La siguiente parada obligada está en la orilla de Triana, pero mucho más abajo del famoso “Puente de Triana”, ya alejados de este se sitúa la antigua fábrica de Tabacalera, que en sus orillas plagadas de vegetación nos esconde muchos peces y de buen tamaño, el acceso a pie es bastante complicado, pero la verdad es que si conseguimos encontrar un hueco por el que colarnos los resultados serán muy buenos.
Esta es una zona de profundidad media entre 2 y 4 m aproximadamente y los señuelos que batan aguas rápidamente son muy efectivos allí.
Siempre nos queda una opción que no es nada descabellada además de bastante saludable, y no es otra que la de alquilar un barquito de pedales, y pasarnos a la orilla de Triana y pescar este sitio entre muchos otros, la experiencia es muy buena, sobre todo para los que no tengan la posibilidad de pescar embarcados.
“LA TORRE DEL ORO” PESCANDO ENTRE BARCOS
Ya hace algún año, allá por el 90, me regalaron mi primera caña de black bass,
Y con la ayuda de algunos twisters de color blanco realicé mis primeras capturas de black bass en el Guadalquivir. Andaba por los muros de la Torre del Oro paseando el artificial entre los barcos como si estuviese paseando al perro, y de vez en cuando uno de estos peces me daban un susto y a la vez una alegría engullendo el artificial.
Es en los múltiples embarcaderos y pantalanes de la Torre del Oro además de bajo la quilla de algunos barcos, es un buen lugar para tentar basses y seguro que con buenos resultados.
Serán aquí el fliping y el pitching dos buenas técnicas para sacar peces escondidos en las sombras y acechando a la gran multitud de peces pasto que se mueven entre los barcos y se alimentan bajo estos y bajo las estructuras flotantes que hay entre ellos.
“ENTRE PILARES” LA IMPORTANCIA DE SUS PUENTES
Que deciros a ustedes Bass-maniacos de la importancia de las grandes estructuras para la pesca de este pez, pues a lo largo de todo el cauce de la dársena hay varios puentes que nos pueden deparar muchas capturas, pero por su importancia vamos a detenernos primero en el famoso “Puente de Triana”o “Puente de Isabel II”.
Este puente es visitado por muchos pescadores desde la orilla y también desde embarcación, ya sea a motor o a pedales, son tremendamente efectivos allí los artificiales de color blanco, ya que este es un lugar donde se concentran muchos pescadores de “Albures” que ceban constantemente con pan para atraer a esta especie y eso precisamente es lo que esperan los grandes basses, “Albures” de buen tamaño para darse el festín.
Además el “Paseo de la O” en la orilla de Triana esta adaptado para la pesca de ciprínidos con estructuras para que los pescadores de coup monten sus “mamotreticas” plataformas y ya se sabe que los sitios que están bien cebados atraen peces y donde hay peces hay basses.
Por otro lados los pilares del “Puente de la Barqueta” y “Puente del Alamillo” son puntos calientes donde hay que realizar una parada obligada siendo allí muy efectivas las spinner, los cranckbaits y los jigs pegados a los pilares.
En general amigos en casi todos los pilares de los puentes hemos tenido picadas, y los señuelos más efectivos en estos lugares han sido las spinner, los jigs y los jerk batís duros.
PIRAGUISTAS Y ACCESO PARA NUESTRA EMBARCACIÓN.
La zona comprendida entre los puentes anteriormente citados y el final de la dársena es utilizada por los clubs de piragüistas para entrenar, teniendo preferencia ellos en el uso de estas aguas frente a los pescadores. No obstante si somos prudentes y pescamos por detrás de las señalizaciones que marcan el canal donde ellos palean, no tendremos problemas y podremos pescar tranquilamente y hacer orilla en busca de picadas.
El acceso a la dársena con la embarcación se realiza normalmente por la entrada al club de piragüistas de la Macarena que está situado a mitad de la Avda. de Torneo que discurre paralela al río, allí podremos botar nuestra embarcación pero tendremos que tener en cuenta el nivel del agua ya que como os he comentado con anterioridad la dársena del Guadalquivir esta influenciada por el coeficiente de las mareas.
Las plataformas que usan los deportistas para botar las piraguas son lugares idóneos para la pesca del Bass, e incluso en la vegetación que separa estas estructuras de las orillas son apostaderos comunes de esta especie, aquí los jerk-baits y las spinners han sido muy efectivas.
“POR FIN EN EL HUEVO DE COLÓN”
Si hay una zona realmente fructífera esta es la zona del “Huevo de Colón”, este nombre le viene ya que esta ubicada aquí una gran escultura que es la mayor escultura en bronce que sin paliativos hay en Sevilla obra del escultor Zurab Tsereteli fechado en 1995.
Donación de Rusia a España y que fue inaugurada por S.A.R la infanta Elena en Octubre del mismo año, donde se puede ver a Cristóbal Colón metido dentro de un gran Huevo, y que está situada en la orilla del barrio de San Jerónimo y por cierto como dice Juan Antonio Vigara donde se sacan más “tarugos”.
Por un lado la orilla de San Jerónimo esta dotada de un paseo desde el cual podemos practicar la pesca a pie sin ningún problema, aunque es una zona con gran presión ya que es ideal para esta especie, no obstante los resultados suelen ser buenos si pescamos desde barca ya que los puntos inaccesibles para el pescador de a pie son siempre ocupados por buenos ejemplares.
Son las zonas de juncos y eneas las que a priori nos han deparado las mejores capturas, buscando peces activos con spinners y crancks y pescando con señuelos de fondo como jigs, vinilos o chaterbaits.
Allí los jigs en todas las épocas y los vinilos a Texas o a la caída son tremendamente efectivos, pero la verdad es que es un lugar muy impredecible.
Por otro lado en esta orilla existen muchas zonas en la que los fondos están plagados de algas, así que os podéis imaginar la cobertura tan buena de la que disponen los peces, de este modo según el nivel que tenga el rió en cada momento podremos pescar con mucho éxito con artificiales de superficie como poppers o paseantes y algo que nos sorprenderá cuando el agua esta escasos centímetros por encima de las algas es lo efectivo que es el buzzer, regalando muy buenos ratos a los pescadores de orilla y embarcación.
El gran problema de este lugar es la pesca no deportiva o sea el que pesca a los peces y se los lleva que no son pocos y en cualquier época, la pesca con camarón, lombriz viva y el alburno vivo es la mayor culpable de grandes matanzas de basses en este enclave.
La otra orilla es algo más inaccesible, se encuentra plagada de árboles hundidos y se presta a ser una gran zona de pesca en la teoría, pero en la practica los resultados que hemos obtenido no son todo lo buenos que quisiéramos. Parece ser que es cuando los bancos de alburnos entran en la zona cuando se desarrolla allí la mayor actividad. No obstante amigos seguro que este lugar esconde más basses de lo que creemos y una pesca más minuciosa y relajada desde orilla seguro que nos dará buen resultado.
LAS ESPECIES DE LA DÁRSENA DEL GUADALQUIVIR
Bueno algo muy importante que debéis saber para afrontar una jornada de pesca en la dársena, son la especies que están presentes en ella y de las que se alimentan los basses, ya que de este modo podréis confeccionar una buena selección de señuelos y el patrón a seguir ya vendrá después de algunos lances.
En esta agua abundan las carpas (Ciprinus carpio), carpines (Carassius sp.) y barbos (Barbus bocagei), hay anguilas (Anguilla anguilla), pez sol (Lepomis gubbosus), albures (lisas o mújoles) (Mugil sp.), saboga (Alosa fallas), peces gato (Amaeiurus melas), pejerrey (Atherina boyeri), boga de río (Chondostroma polylepis), lubinas (Dicentrarchus labrax) que remontan hasta esta agua levemente salobres, desde hace unos años los alburnos han poblado en buen número la dársena y por supuesto black bass (Micropterus salmoides).
Dejaremos una pequeña incógnita para la tenca (Tinca tinca) la cual se repobló hace unos años y parece ser que esta casi desaparecida y para especies invasoras capturadas en algunas ocasiones como los Oscar tigre (Astronotus ocellatus) y las pirañas rojas (Pygocentrus nattereri)que aunque parece increíble se han realizado varias capturas a lo largo de algunos años.
Por otro lado la fauna asociada a este río es la de cualquier ecosistema acuático bien formado reptiles, anfibios, insectos, aves acuáticas, crustáceos, etc, etc…..
De este modo las opciones que tiene este pez para sobrevivir son muy buenas siempre que nosotros no seamos los que los separamos de su medio vital, en el que tanto nos hacen disfrutar estos basses del Guadalquivir.
EL TERMOCLIMA DE LA DÁRSENA.
Como todos sabéis, el Black Bass tiene varios periodos que modifican su comportamiento, la invernada con su periodo de inactividad, la llegada del otoño donde se despierta su glotonería, el comienzo de la primavera con el que empieza el periodo de pre-freza o como llaman los americanos “Pre-spawn” donde el bass es muy territorial, la freza, en la cual protege su puesta y la época de protección de la prole o Post-spawn en la que los machos no se separan de los alevines y las hembras vuelven a comer para reponer fuerzas para la invernada, un ciclo cerrado que es importantísimo controlar para conocer bien a este pez.
Pues bien amigos este enclave que estamos viendo en este reportaje, como no podía ser de otra forma engloba todos estos momentos claves, pero además tiene la peculiaridad de poder capturar muchos basses durante el invierno, parece ser que la constante profundidad comprendida entre los 2 y los 6 m sumadas a la temperatura de la ciudad que no suele experimentar cambios demasiado bruscos hace que este enclave mantenga un termo-clima que les permite a los peces mantenerse más o menos activos durante todo el año, realizándose pescatas de más de 30 ejemplares y muchos de ellos de buen porte en el mismo mes de Enero, en días frío y lluviosos, todo un lujo para un pescador de basses.
LA LLEGADA DEL ALBURNO.
Ya era buena la disponibilidad de alimento con la que contaba el Black Bass en la dársena del Guadalquivir y ha mejorado todavía más con la llegada de una especie que siempre que coincide con este pez en embalses o ríos dispara su población gracias a su carácter de pez pasto para el Bass. El alburno ha sido así un refuerzo para esta especie ya que al contrario que las carpas y barbos su crecimiento está limitado quedándose siempre en una talla muy asequible para el Bass y ayudando así a la buena recuperación de la especie y a un futuro aumento de su talla en términos generales.
Si tenemos en cuenta que las aguas que hay entre los dos puentes más cercanos a la zona del “Huevo de Colón” están incluidas dentro de uno de los escenarios de pesca al Coup más famosos del mundo y que son sometidos a constantes competiciones de esta modalidad, con el consiguiente cebado de las aguas que esto conlleva y en definitiva la abundancia de ciprínidos que se ven atraídos por la comida, podemos deducir que el alburno ha sido la “punta del iceberg” para que esta especie siga progresando en este escenario de pesca.
Sin más amigos me despido de ustedes y espero que esta lectura os haya entretenido y por que no animado a hacernos una visita, ¿quién sabe? Quizás en feria y de camino pescáis algo más que un buen pez……¡BUENA PESCA!.
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