
Amigos aquí os dejo de nuevo con nuestro amigo Chico!!! En esta ocasión comparte con nosotros una bonita sorpresa!!! sin duda una suerte tenerlo entre nosotros!!!
En la larga espera que conlleva la pesca de la dorada pueden pasar muchas cosas, y una de ellas es que alguna que otra vez pique en nuestra caña un pez que ni por asomo pensábamos que nos podría entrar con el cebo que estamos utilizando.
Seguro que a más de uno de ustedes le habrá pasado cosa semejante, el caso es que a mi personalmente esta temporada me ha ocurrido varias veces, estar sentado en la butaca esperando la picada de una dorada y de repente ver como una de tus cañas calada con un simple gusano americano se dobla hasta parecer un arco…pone los pelos de punta a cualquiera.
Tener al otro lado de la caña un animal con tanta fuerza y sabiendo que pescas al límite como en este caso con un 0,16… “acojona a cualquiera”, lo primero que piensas es que no lo vas a poder sacar cuando ves esa bobina del carrete echar humo, así que lo único que queda es empezar a rezar para que el pez se canse.
Después de unas primeras carreras sacando bastante hilo y templando los nervios pensando que podría ser la dorada de mi vida, vi perfectamente a lo lejos unos remolinos justo en la dirección de mi línea, de buenas a primera corría hacia izquierda y hacia derecha como un cohete y mi línea seguía siempre la dirección de aquellos remolinos, así que ya me di cuenta que lo que tenia al otro lado no era una dorada.
No sabía a ciencia cierta si era una chova enlabiada o un palometón, que en esas fechas todos los años se dejan ver por allí, ya lo único que me quedaba era disfrutar de la gran batalla que me estaba brindando y poder verle la cara a ese animal.
Después de varios minutos, el animal cede y queda varado en la arena, un precioso palometón, sin duda un animal con una fortaleza increíble y que puso a prueba el material finesse.
Un saludo a todos y espero que os guste el video.
9 han comentado
Deja un comentario