
Buena amigos!! Un frío día de invierno, tan frío como todos los que pasa cualquier aficionado al sufcasting que le guste practicar la pesca de invierno, pues tal día salimos de pesca a intentar coger algún robalo, baila o sargo. En esta ocasión nos reunimos Antonio Paguillo, Chico y un servidor para disfrutar de una soleada jornada de pesca invernal, cañas, cebos, bocadillos y pescadores todos reunidos a pie de playa.
La verdad que desde hace unos años atrás hasta día de hoy son muchísimas menos las jornadas invernales en las que me animo a salir de pesca, puede ser que ya me este haciendo un poco más VIEJUSCO como dice Chico. No obstante salir a echar un rato con Antonio Paguillo y con Chico no parecía mal plan la verdad.
Llegamos al pesquero y el agua estaba como tenía que estar, fuerte, con un rebalaje largo y bastante espumerio, vamos no pintaba mal.
Empezamos a preparar los chismes, mientras Chico nos contaba alguna de sus batallitas anteriores durante ese invierno y claro está que a nosotros se nos hacía la boca agua de imaginar tanto robalo y baila juntos jijijijijijijijijiji.
Aunque el mar estaba fuerte los plomos de grapa aguantaban bastante bien, eso sí, las cañas se quedaban muy curvadas, como si de una picada colosal se tratase. Lo bueno es que aunque curvadas, los plomos no se levantaban y ayudaban a que el aparejo permaneciera pescando.
Los frenos de los carretes permanecían casi totalmente cerrados, ya que la fuerza de la ola sacaba hilo de ellos si no los dejabas así. SI se producía alguna picada tendríamos que estar muy atentos.
Para pescar preparamos tiras y cabezas de choco, las cuales las ensartaríamos en anzuelos HAYABUSA SOI del nº 4/0 para las tiras y un aparejo en tándem de dos anzuelos uno del 5/0 y otro del 6/0, todos ellos empatillados en FLUOROCARBONO MIMETIC de 0,50 mm.
Las líneas de los carretes que estábamos usando eran de GAMMA de 0,25 mm, todo un prodigio de línea, muy resistente y con unas cualidades inmejorables, así que todo estaba listo solo quedaba que algún pez diera la cara.
Chico nos comentaba que en jornadas anteriores había tenido las picadas muy cercanas a la pleamar, así que esperábamos ansiosos ese momento. Cada cierto tiempo dábamos una pequeña revisión a ver si las tragaderas estaban pescando adecuadamente, y parecía ser que el MIMETIC aguantaba perfectamente. El día estaba estupendo y él solito que nos calentaba las frías caras incitaba a descansar en las butacas, así que para no hacer caso omiso a las señales nos echamos un rato a descansar mientras las cañas realizaban su función.
Al rato de estar descansando y comernos un tente en pie, Chico acudió a una de sus cañas que se había destensado, lo que parecía haber sido una falsa alarma, pero claro estando ya cerca de la pleamar no hubiera sido raro que fuera la primera picada.
Poco después la caña en la que yo había montado una cabeza de choco se dobló violentamente y empezó a tintinear, picada típica de robalos y aunque con mis serias dudas, fui a tantearla, y rápidamente se delató una pieza al dar una rápida carrera.
No tardó mucho la pelea, ya que como podréis imaginar con una cabeza de choco el aparejo no estaba pescando muy lejos, eso sí algo accidentada ya que el escalón era bastante grande y las olas arrastraban con bastante fuerza.
Chico fue a cobrar la pieza y el agua casi lo moja por completo, pero al final un empujón con el pie y robalo cobrado.
Aunque este pez tenga una lucha bastante más cobarde por llamarla de alguna manera, que las que te proporcionan otras especies, siempre da mucha alegría verle la cara a uno de estos bocazas y la verdad que disfrutamos esta que sería la única captura del día, que por cierto se dió justo en la pleamar.
Así que dedicársela a mis dos compis de ese día y con este post recordad este bonito momento que pasamos los tres juntos, este invierno esperemos que sean más.
Un saludo y buena pesca.
15 han comentado
Deja un comentario